TRASTORNOS DEL APRENDIZAJE
Un enfoque desde la tecnología para la atención a la diversidad
Los trastornos del aprendizaje son problemas que afectan la capacidad del niño de recibir, procesar, analizar o almacenar información. Las mismas,
pueden causarle dificultades para leer, escribir, deletrear o resolver problemas matemáticos. Estos trastornos pueden manifestarse de diversas maneras, pero en todos los casos afectan el rendimiento global del niño o niña. Es decir, perjudican diversas áreas del desempeño escolar. Dentro de ello, se observa: lentitud, desinterés para el aprendizaje, deficiencia en la atención a estímulos escolares y dificultad para concentrarse en la realización en determinadas tareas. Las causas de dichos trastorno se deben a diversos factores tal como los neurológicos, cognitivos, genéticos, pre y perinatales, biológicos, psicológicos y originados por el medio ambiente. La prevalencia de los Trastornos de Aprendizaje se estima entre 5-10% o 16-20%, según los distintos estudios. Del total de escolares con TA, el 80% tienen dificultades en la lectura, con prevalencia de dislexia o dificultades escolares de origen primario, déficit sensorial: auditivo y/o visual, entre 3-10% y discalculia entre 3-6%. Con respecto a los trastornos específicos de aprendizaje, pueden ser causados por actitudes escolares como discalculia, disgrafia, dislexia y disortografía; en lenguaje y habla la dislalia y disfasia y a nivel motor los trastornos de coordinación. La intervención se realiza teniendo la anamnesis exhaustiva para conocer el perfil de cada alumno, y así planificar una intervención educativa o clínica. Se realiza valoración psicopedagógica con las pruebas psicotécnicas pertinentes. Sólo con un correcto diagnóstico será posible aplicar un tratamiento eficaz.
El aprendizaje es un proceso de adquisición de conocimientos, habilidades, valores y actitudes, posibilitado mediante el estudio, la enseñanza o la experiencia. Puede ser entendido a partir de diversas posturas, lo que implica que existen diferentes teorías vinculadas al hecho de aprender. La psicología conductista, por ejemplo, describe el aprendizaje de acuerdo a los cambios que pueden observarse en la conducta de un sujeto1. Así pues, los trastornos del aprendizaje son problemas que afectan la capacidad del niño de recibir, procesar, analizar o almacenar información. Causando dificultades para leer, escribir, deletrear o resolver problemas matemáticos. Estos trastornos pueden manifestarse de diversas maneras, pero en todos los casos afectan el rendimiento global del niño o niña, es decir, perjudican varias áreas del desempeño escolar, apreciándose además, lentitud, desinterés para el aprendizaje, deficiencia en la atención a estímulos escolares y dificultad para concentrarse en la realización en determinadas tareas. Los trastornos de aprendizaje (TA), se aplica de forma general a los problemas que plantean obstáculos al rendimiento académico o escolar. Un niño o adolescente presenta “problemas escolares” cuando sus resultados pedagógicos están por debajo de sus capacidades intelectuales.
Resulta importante destacar que las causas de los TA son múltiples, pueden ser por factores neurológicos (afectan la dominancia de un hemisferio cerebral sobre otro afectando las funciones cerebrales), factores cognitivos observados en la poca habilidad para procesar información, dificultad en los procesos de memorización, en la atención y en los procesos metacognitivos. También los factores genéticos, pre y perinatales, biológicos, psicológicos y elementos propios del medio ambiente. Así pues, los trastornos específicos del aprendizaje, constituyen un conjunto de problemas que interfieren significativamente en el rendimiento en la escuela, dificultando el adecuado progreso del niño y la obtención de las metas marcadas en los distintos planes educativos.
Del mismo modo, las dificultades escolares de origen primario, son ocasionadas por: Déficit intelectual en el límite de la normalidad, problemas neurológicos, enfermedades crónicas o incapacidad física, déficit sensorial, enfermedades carenciales como malnutrición, ferropenia, alteraciones tiroideas (apatía, somnolencia) y rinitis crónica que suele ocasionar problemas para oír, aprender a hablar y pronunciar correctamente. Estas dificultades deben ser detectadas y abordadas precozmente dentro de su entorno social: el pediatra, la familia o los profesionales de la guardería, para que su integración social y escolar sea correcta. Con la aplicación de medidas preventivas, educación para la salud y tratamiento específico, su integración social y escolar estará normalizada al llegar a la adolescencia.
Con respecto a los trastornos específicos del aprendizaje en aptitudes escolares se tendrían la discalculia, disgrafia, dislexia y disortografia. En relación al desarrollo del lenguaje expresivo están la dislalia y la disfasia. Además, en cuanto al desarrollo de la coordinación motora bien sea fina o gruesa, se presentan problemas de lateralidad o falta de coordinación visomotora, con dificultad en distinguir dónde está la derecha y dónde la
izquierda, deficiencia en la organización espacial.
En función de realizar un diagnóstico certero, de los TA resulta importante realizar una evaluación neuropsicológica completa mediante pruebas específicas para ello. Esta evaluación ha de ser un screening de la capacidad intelectual de la persona. Del mismo modo, explorar procesos cognitivos implicados en el aprendizaje como la atención y memoria, así como explorar su capacidad lingüística, seguido de su lectura, escritura y cálculo. En este sentido, para diagnosticar dificultades de aprendizaje, se deben verificar las siguientes características en el desarrollo de los procesos de aprendizaje mencionados (DSM-V), con respecto a la lectoescritura: incorrección o lentitud y sobreesfuerzo en la lectura de palabras, dificultades en la comprensión del significado de lo que se lee, dificultades con la ortografía., dificultades con la expresión escrita del mensaje. Del mismo modo, en torno a las matemáticas se presentan, dificultades para entender el concepto de número, los hechos numéricos o el cálculo y dificultades con el razonamiento matemático Para realizar un diagnóstico adecuado de Trastorno Específico del Aprendizaje es importante descartar otra problemática que pueda explicar estas dificultades y ser su causa primaria, como: discapacidad intelectual, lesiones cerebrales, trastornos neurológicos y/o mentales, trastornos perceptivos relativos a la capacidad visual y auditiva, condiciones psicosociales adversas o una baja
estimulación educativa o del lenguaje.
Así pues, con el objetivo global de elevar las aptitudes positivas y trabajar para compensar las dificultades. La mayor necesidad de un alumno rebelde, inmaduro y desafiante, es la presencia de un adulto responsable para contenerlo (autoridad-continente). En la mayoría de los casos, el tratamiento será puntual o limitado en el tiempo, y en un menor número deberá prolongarse por el periodo necesario. Ofrecer apoyo a la familia es una parte importante en el proceso de intervención. Su papel es clave para poder conseguir apoyar y generalizar estrategias aprendidas, establecer rutinas y horarios de estudio en casa, apoyo adecuado y adaptado a los deberes, mejorar la comunicación e interacción padres-hijo en tiempos de estudio, controlar dificultades del estado de ánimo y dinámicas en casa que puedan estimularlos.
LCDA. NEYDA LUCIA LUGO MELÉNDEZ
Psicólogo graduada en la Universidad de Venezuela, Psicopedagoga graduada en el Colegio Universitario de Psicopedagogía, especialista en atención psicoeducativo de trastorno generalizado del desarrollo, avalado por la Universidad de Carabobo y el Colegio Universitario de Psicopedagogía y Fundapsied (Venezuela). Diplomado en la integración sensorial en la persona con TEA, centro de recursos para la atención integral a personas con espectro autista (México). Estudios realizados en psicoterapia gestalt. Instituto Venezolano gvestalt (venezuela).